¿Quienes somos?

Construyendo Dignidad​

EL MOVIMIENTO SOLIDARIO DE AKAMASOA ARGENTINA

Nace producto de un alma inquieta por cumplir un sueño contado a las hermanas del Padre Pedro Pablo Opeka: Bernarda, Helena, Luba, Lucía y Mariana. Ellas, artífices principales para que se concrete ese anhelo, hicieron todo lo que estaba a su alcance para que Gastón Vigo Gasparotti viajase hacia Madagascar. 

Así recuerda este último a aquellos inolvidables días del 2018: 

«Hablé con ellas y les dije: quiero traer al país el modelo de abordaje contra la pobreza de Akamasoa, aprendiendo de Pedro y, si él así lo autoriza, poder extender su obra a la Argentina, pudiendo representarla con sus valores, filosofía y pilares para erradicar los dramas inhumanos que conlleva esta problemática. Con honradez y confianza me apoyaron desde el primer minuto que les conté de mi idea de viajar hacía África. Jamás hubiera podido aprender todo lo que me enseñó su hermano si no contaba con cada palabra y gesto concreto que tuvieron conmigo. Cuán orgullosos se deben sentir sus padres, Luis y María, por la extraordinaria familia que supieron construir. 

No me alcanzaban los libros leídos ni los documentales vistos porque intuía que, para poder describirla y trabajar para intentar replicarla junto a los voluntarios que convocaría a mi regreso y las familias que se embarcarían en esta lucha titánica pero posible, debía primero vivir allí aunque sea algunas semanas. Fui a las bases para poder conocer inicios, contramarchas, resultados y objetivos, haciendo que el pasado, presente y futuro sea reflexionado sin reparos. 

Akamasoa es una ciudad en constante movimiento, con sus circunstancias adversas, pero con una maravillosa interpretación de la complejidad humana. La planificación no le resta lugar a la improvisación e ingenio, porque ante la extrema pobreza, sin flexibilidad y dinamismo, no hay efectividad. ¿Cómo se construyó este milagro de dignidad? Peldaño a peldaño. Ladrillo a ladrillo. Su acción humanitaria está basada en hechos concretos en el quinto territorio más empobrecido del planeta. Es la resurrección de pueblo que estaba muerto. Nació desde los restos de un basural. Emergió con los excluidos y los abandonados. No se edificó para ellos, sino con ellos. Observando el entorno hostil e inhumano que existe en esa isla que es un infierno de hambre, comprobé la trascendencia que implica que hayan sido capaces de sacar a medio millón de personas de la miseria más brutal».

Fue así como la vida de este joven y la de todos los que se han sumado desde entonces, cambiaron por completo desde que decidieron apostar al sueño propio y el de millones de argentinos: erradicar la pobreza en la Argentina. A lo mencionado y entendiendo que la misma tiene raíces multicausales, por lo que el trabajo que llevamos a cabo es absolutamente integral e interdisciplinario, es necesario comentar los siguientes dramáticos datos:

  • En 55 años se ha duplicado la población y multiplicado por quince la cantidad de pobres.
  • El 65,4% de los menores de 17 años son pobres.
  • El 50% de los alumnos no concluye la educación secundaria.
  • Murieron en los últimos 70 años, por causa de la desnutrición, 134.825 personas.
  • Existen en el territorio 5100 villas de emergencia que, en promedio, tienen 28 años de antigüedad lo que demuestra que es un problema estructural. El 72,6% no cuenta una conexión formal de electricidad, el 98% no tiene cloacas y el 95% no posee agua corriente.
  • 11 millones de argentinos almuerzan todos los días en comedores.
  • 12 millones y medio de personas tienen algún plan social para subsistir.
  • De los 23 millones de personas que están en edad de trabajar -de 18 a 65 años-, 9 millones no concluyeron la educación secundaria.
  • En la Argentina se demora en promedio 6 generaciones para salir de la pobreza 

Akamasoa quiere decir los buenos amigos, quiere decir servir al hermano, a la hermana, servir al pueblo, servir a los niños, a los jóvenes, a los ancianos, no olvidar a nadie, eso es servir. Es un estado de espíritu. Por eso Akamasoa puede realizarse en cualquier país del mundo, porque nadie se encierra y nadie es insensible al amor, al respeto, a la verdad, a la compasión, al compartir”

Padre Pedro Pablo Opeka

«En los últimos 55 años duplicamos la población pero multiplicamos por quince los pobres. Hay que dejar de hablar. Ese fue el gran secreto de Pedro: hacer»

Gastón Vigo Gasparotti

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